Natalia regresa a un chequeo de rutina en su perverso médico favorito. Hablan un rato y luego el médico comienza a examinarla sexualmente. Se sube a la mesa y pone la cabeza del doctor entre sus piernas, y le hace lamerle el coño. Ella también le hace una mamada apasionada. Está muy emocionada y quiere más que un examen de lengua.