El hermano de Isabela envía a un amigo a buscarla a la estación de autobuses. En el camino, el hombre se emociona y comienza a hacer avances. Le da 100 euros por la confianza y luego le propone que le haga una mamada y que se la deje follar por otros 600 euros. Al principio, Isabela no está muy contenta, y después de más insistencia accede a dejarse follar, y le gusta que el trato sea follada al final.