Chuck va a ver una casa para hacer un estudio de video chat. La agente inmobiliaria comienza a mostrarle la casa, y a él le gusta la ubicación y cómo se ve. Por casualidad, Chuck entra en una habitación llena de juguetes sexuales que aún no han sido sacados de allí, y queda fascinado por lo que ve. Le propone a la agente inmobiliaria que si dejan que se la folle mientras la filma, alquila la casa y no se lo dice a nadie, ni siquiera a la policía, ¿no era un estudio porno ilegal? A la agente no le gusta el intercambio, pero al final, después de tanta insistencia, se rinde y acepta. Para obtener detalles más interesantes y calientes, le sugiero que mire el video.