Un taxista ve a una rubia parada al costado de la carretera, con unos juguetes sexuales en la mano. Se acerca a ella y se detiene. Se sube al coche y el hombre le pregunta qué hace con los juguetes en la mano. Ella le cuenta lo que hace con los juguetes sexuales y lo mucho que le gusta dominar a un hombre. El conductor está muy emocionado y sorprendido por sus placeres. Ella comienza a acercarse a él y le pide que se la folle por el culo.